Libro: El Violín del Diablo.
Año: 2009.
ISBN: 978-840-133-715-4
Género: Novela.
Autor: Joseph Gelinek.
Editorial: Plaza & James.
Páginas: 416.
Sinopsis del libro.
La concertista española de violín Ane Larrazábal aparece estrangulada en el Auditorio Nacional de Madrid después de haber interpretado el Capriccio nº 24 de Paganini, la que se dice es la obra más difícil jamás compuesta para violín.
El asesino ha dejado escrita en su pecho, con sangre de la propia víctima, la palabra iblis, que significa diablo en árabe. Su valioso instrumento, un Stradivarius que tiene tallada en la voluta la cabeza de un demonio, ha desaparecido. El jefe superior de Policía asigna el caso a Raúl Perdomo, uno de los investigadores más hábiles del cuerpo.
Perdomo es muy crítico con los fenómenos paranormales, pero cuando empieza a sufrir extrañas y estremecedoras visiones que no logra explicarse, decide recurrir a los servicios de una parasicóloga. Su intervención será clave para descubrir la identidad del asesino.
Una novela basada en hechos reales. Una trama policíaca repleta de tensión y mucha información interesante sobre Paganini, Stradivarius, los Luthiers y el Diablo.
Una reflexión acerca de la figura del demonio y del pacto satánico, que ha inspirado obras literarias de la talla del Fausto de Goethe o del Dr. Faustus de Thomas Mann.
Un thriller policíaco que plantea la existencia de los objetos malditos, capaces de atraer las desgracias más funestas hacia sus propietarios.
Esperaba bastante de este libro y me he quedado a medias, digo esto, porque los ingredientes que el autor nos propicia a priori, sobre la trama argumental son estupendos, principalmente: Paganini y su relación con el mismísimo Diablo y los instrumentos Stradivarius, reliquia, y maravilla musical dónde los haya.
Todo ello, estructurado en una novela policíaca de connotaciones actuales, a destacar, la médium que es vital para resolver el caso.
Pero al término de la novela, me han quedado ciertas preguntas y sobre todo, una sensación de que la historia argumental no está lo suficientemente trabajada ni pulida. ¿Cuáles son los motivos de esa percepción anómala de Perdomo? No vale sacarla a la palestra, y jugar con ella, para después semiliquidarlo en el stress que se encuentra sumergido el personaje.
En conclusión, tener a grandes personajes y objetos que proporcionen historias sorprendentes y acogedoras para el lector no basta si el hilo argumental del libro no está a la altura.
Aún así, he de decir que la redacción es bastante buena, la lectura de este libro se hace amena y el autor consigue, en ciertos momentos, la atención e intriga que debería proporcionarnos un libro de este género.
Mi puntuación de 0 a 10 es un 6.
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